top of page

Especial 14 de febrero - Más que química, es arte.

  • malulu057
  • 14 feb 2023
  • 5 Min. de lectura

La entrada de esta semana será algo diferente, la fecha amerita contar una historia de amor, una de esas historias bonitas y divertidas, de esas que no esperas y te hacen sentir mariposas en el estómago. Es una historia bastante random, pues nos sucedió de todo, pasamos de la felicidad y risas, hasta la tristeza y lágrimas. Un día que sin duda, recordaré para siempre.


Debo confesar, que tenía un días pensando como contarla, de elegir las palabras correctas, se me venían a la mente varias situaciones que quería compartir, no sabía exactamente cómo iniciar; literalmente, me llegó un momento de inspiración full justo cuando venía de regreso de un pequeño viaje a Taxco, me hubiera gustado llegar a casa y correr por mi computadora para anotar todo lo que venía a mi mente en ese preciso momento pero el cansancio no me dejo.


En un día de caos completo, justo antes del 14 de febrero, decidí ir a comprar algunas cosas para una cena y mientras esperaba en la fila del súper, imagínense lo largo de la espera, me dio tiempo perfecto para escribir en una nota del celular una de las mejores historias que he tenido en bastante tiempo.


Todo comenzó hace unos meses cuando Walter se cruzo por mi vida, rockero de corazón aunque en su playlist tiene varias canciones de Bad Bunny, súper fan de los tenis Vans, tiene un estilo único; es el típico chico que de joven tuvo una banda, maneja una Blackbird y pudiera parecer algo rudo pero sé de buena fe, que tiene un corazón de pollo... Irreverente hasta los huesos, no he escuchado una sola conversación que tenga, sin que pueda dejar de decir groserías, sueña en grande, emprendedor, creativo y siempre tiene en mente alguna idea de negocio. Tiene una mirada muy particular debajo de esas pestañas largas, suele ser muy pensativo, tienen tantas cosas en la mente, que a veces no sabe como expresar sus ideas al hablar y se traba, me gusta la manera en la que me hace reír con sus ocurrencias y pésimos chistes.


No hay un solo día desde que lo conozco, que no suceda algo divertido para convertirlo en una historia espectacular. En la tercer cita que tuvimos, le propuse ir a una de mis mezclaría favoritas, me comentó que no era muy fan del mezcal pero que le agradaba la propuesta y que esa noche íbamos a beber hasta morir. Nos quedamos de ver en mi casa, ya que iba a dejar su moto ahí para no manejar alcoholizado, me agrada su sentido de responsabilidad.


Debo decir que durante toda esa noche nos estuvieron pasando cosas fuera de lo normal, Walter es de la personas que genera platica y el camino hacía el metro fue bastante ameno, casi llegando a la entrada del metro nos encontraos a una de sus amigas que tenía bastante tiempo que no veía, la saludo, me presentó y continuamos nuestra aventura. Una vez ya dentro del vagón, aprovechando el contexto, estuvimos hablando de historias que nos han pasado en el mundo subterráneo, curiosamente él mencionaba que siempre le pasaban situaciones extrañas cuando de repente y sin pensarlo ya estábamos inmersos en una más de ellas.


Al salir de la estación Insurgentes una mujer algo desaliñada que caminaba algo lento delante de nosotros se volteó y lo detuvo para gritarle de cosas, exactamente ninguno de los dos podemos recordar que dijo pero estamos seguros de que lo mando muy lejos. Seguimos nuestro camino, no podíamos dejar de reír hasta que llegamos a nuestro destino, decidimos tomar una mesa que da a la calle sin imaginarnos lo que estaba a punto de sucedernos...


Llego el momento de ordenar, recuerdo que pedí un Tobalá y Walter, como señora cuarentona, prefirió una de esas mezclas con marcuya con el grado de una cerveza artesanal, una desventaja tremenda para mí. Recuerdo que estábamos platicando muy tranquilamente cuando de repente vi en su mira una combinación entre asombro y temor; no tuve tiempo de voltear a ver lo que sucedía pero inmediatamente en mi cabeza paso un: 'ya valimos madres'. Él volteo hacia la pared y cerro los ojos, cuando sentí un madrazo de agua en la mitad del lado izquierdo de mi cuerpo, agua helada que me recorrido de pies a cabeza, solo pude imitarlo, cerré los ojos seguido de carcajadas interminables.


¡No podía creerlo! maldito coche acababa de mojarnos con agua puerca, arruinando nuestra deliciosa bebida de los dioses, tuvimos que pedir cerveza, secarnos con servilletas y le pedimos al mesero que nos dejara ver el video para ver nuestras caras de sorpresa pues jamás imaginamos que nos sucedería eso, el video nunca llego jaja.


Después de eso decidimos caminar para ir a otro lugar y continuar con la noche de locura y alcohol que habíamos "planeado". Recorrimos las calles de la Condesa hasta llegar al famoso 'Centro de Salud' , decidimos no entrar y buscar otra opción, hicimos una extensa caminata de ahí hasta llegar a un bar justo a lado del 'Alicia' pero ya estaban cerrando. Con algo de cansancio y frío extremo, sugerí ir a la zona Rosa, así que pedimos un Uber y al llegar al lugar, decidimos abortar la misión ya que la fila parecía interminable.


Para no hacer el cuento tan largo, consideramos que la mejor opción era comprar una botella de Bacardí y beber en la comodidad de mi departamento. Nuestra noche loca parecía que estaba a punto de morir, todo lo que habíamos planeado cambió. Era raro compartir mi safe place con alguien a quien recientemente conocía pues sabía que es el único lugar en donde no puedo ocultar quién soy realmente, esto se había convertido en un escenario de vulnerabilidad al tope para mí. Reconozco que siempre me ha brindando una gran tranquilidad y seguridad el poder platicar con Walter, se siente como estar en casa, así que ya entrada en copas, decidí contarle uno poco más sobre mí, de alguna que otra tragedia que he vivido, de cosas que pocos o más bien, nadie sabe o sabía hasta ese día.


Tremenda fue la borrachera que ambos tuvimos esa noche, me escuchó, me tomo de la mano al contarle aquellos secretos que a nadie le he de contar, escuchamos música, cantamos y sino mal recuerdo hasta bailamos. Ese día me di cuenta que valía totalmente la pena haber continuado con las citas y las platicas hasta media noche. Recuerden esto, si tu crush te aguanta en la fiesta, se preocupa por ti porque llevas 20 min en el baño y te levanta el cabello cuando estás cantando Oaxaca, es ahí hermana, ¡no lo dejen ir!.


Sé que no siempre es fácil volver a confiar pero créanme que el universo siempre conspira a nuestro favor y que tarde o temprano nos llega esa pequeña luz al final de túnel. No tengo ni idea hasta dónde llegue esto, solo sé que me quiero quedar un rato más y si estás leyendo esto, Walter, solo puedo decirte que lo que tú provocaste más que química, es arte.


¿Qué historia de amor tienen para compartir? Me encantaría escuchar, que a pesar de todo lo complicado que hemos vivido, siempre hay algo bueno y bonito que no hace recordar que vale la pena vivir la vida de la mano de alguien más.



















 
 
 

Comments


© 2023 por NÓMADA EN EL CAMINO. Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram - Negro Círculo
bottom of page