Nunca fuero nada pero siempre hubo algo...

En la semana fui al cine a ver Asteroid City con un muy buen amigo y mientras echábamos el chisme a gusto, un de los anuncios de Cinépolis llamó mi atención por completo y me hizo recordar una de las épocas más bonitas que he tenido. ¿Ustedes aún recuerdan la primera vez que sintieron mariposas en el estómago por una persona? ¿Cómo fue que vivieron ese primer amor, ese que les hace abrir la puerta a sentimientos nuevos que quizá no sabían que existían?

Un poco más que obvio, será la historia que contaré el día de hoy, así es, justo sobre mi primer amor. Lo interesante de todo esto, es que aquel personaje que conocí hace más de 20 años y quien fue el encargado de abrirme las puertas al amor, se ha hecho presente a lo largo de mi vida una y otra vez. Sin duda, es una historia muy pero muy particular y en ocasiones me hace pensar...¿será acaso este mis ser amado? jajaja.

Todo comenzó cuando yo apenas tenías 6 años, mis padres me metieron a estudiar en un colegio de monjas y lo único bueno que tenía, es que era mixta jaja. Tengo vagos recuerdos de esa época pero nunca voy a olvidar de esos bellos ojitos color miel, ese cabello ondulado que tanto me gustaba y no sé por que pero las manitas tan tiernas gorditas y bonitas que tenía "Juanito".

Retomando el comercial de Cinépolis, me hizo recordar un día en el que por parte de la escuela nos llevaron a ver una película al Papalote, no se me pasa ni un solo detalle que viví ese día. Desde que nos formaron en parejas y nos subimos al camión estuvimos juntos, él molestándome como siempre y yo riéndome de sus chistes bobos. Recuerdo que nos sentamos frente a la pantalla y la magia comenzó cuando las luces se apagaron. Yo estaba nerviosilla, no sabía muy bien qué es lo que estaba sintiendo pero me gustaba. La excusa que me dio Juanito fue que el asiento tenía una parte que "se sentía muy fría" y me dijo que la tocara, excusa que utilizó para poder agarrarme de la mano. Fue la primera vez que sentí el AMOR.

Pensé que la cosa acabaría cuando en tercero de primaria mis padres me informaron que me iban a cambiar de colegio, esta vez a uno peor, en donde solo había niñas y claro, lo que más me dolió del cambio fue que dejaría atrás a aquella personita con la que conocí el amor, la que me dio mi primer beso, me molestaba y me daba la mano cuando nadie nos veía.

Mi agonía comenzó cuando lo empece a soñar, soñaba que nos reencontrábamos, que salíamos, incluso me imagine cómo hubiera sido mi vida si nunca nos hubiéramos separado, sentía que era el amor de mi vida. Ya me veía de blanco, casada con él y pensé hasta los nombres que tendrían nuestros hijos; cuando de repente llego la magia de la tecnología a mi vida y gracias al bendito Hi5 entré a un grupo del colegio al que íbamos y ahí me lo volví a topar. ¡No lo podía creer! habían pasado 8 años desde la última vez que supe algo de él y volvía a aparecer en mi vida, lo mejor de todo es que vivía a unas cuantas cuadras de mi casa y claro que se acordaba de mí y mejor aún, tenía intenciones de volverme a ver.

No les voy a mentir, la idea de volver a platicar, del simple hecho de saber que existía y se encontraba a unos pasos de mí, me emocionaba muchísimo. Durante un par de meses estuvimos platicando intensamente y en ocasiones nos veíamos en un parque muy cercano de mi casa, de vez en cuando íbamos por un helado y no había más. Todo era muy simple y bonito, en verdad me sentía muy feliz hasta qué le plantee la idea de empezar algo más. Para mí desgracia, la decepción empezó ahí...Su mensaje literal decía que nunca había sentido algo así por alguien y que realmente me quería pero en ese momento no estaba listo para tener un noviazgo conmigo, qué quería enfocarse en sus amigos y el estudio. No había más que hacer, así que continuamos nuestras vidas.

Pasaron los años, por su puesto yo seguía recordándolo aunque los sueños ya no eran recurrentes, yo tenía una relación estable y al parece él también era feliz con alguien más, hasta que nuevamente nos volvimos a encontrar. Una tarde me escribió para decirme que si quería ir a su casa a tomar una cerveza, estaría su mejor amigo (que unos años mas tarde falleció y le dolió profundamente) él y yo. Claro que fui, ya que eran vacaciones y no había mucho qué hacer. Nuestro encuentro fue bello, volví a sentir ese vuelco en el estómago y recordé lo mucho que me gustaba pero sabía que en ese momento no podíamos estar juntos. La vida nos volvía poner obstáculos, él estaba libre pero yo no.

Aquí me gustaría poder hacer una pausa y hacer mi comercial, pues quiero compartir con ustedes esta bella canción de Alex Ferreira (Hubo algo) que me hace recodar a Juanito cada vez que la escucho. Y es que, es nuestra historia tal cual... bien dice la canción: Nunca fueron nada pero siempre hubo algo. A lo lago de mis casi 34 nos hemos estado viendo por etapas, a veces desaparece unos meses, un año tal vez, como mucho y después re aparece, me saluda, en ocasiones nos vemos, salimos a comer, nos abrazamos y volvemos a despedirnos sin saber cuando tendremos un nuevo encuentro.

Me encantaría que el universo, Dios, la vida o lo que sea que este conspirando en mi contra, nos diera una nueva oportunidad para vernos, tomarnos de la mano, besarnos y descubrir si es nuestro destino estar juntos o por lo menos descubrir por que carajos nos seguimos encontrando después de tanto tiempo. Si Juanito algún día llegará a leer esta historia, solo quisiera decirle ¡gracias! fuiste, eres y seguirás siendo mi primer amor.

Por favor, nunca olviden lo bonito que se siente ser correspondidos y tener un amor tan puro y sincero como que el todos, estoy 100% segura, hemos tenido cuando éramos unos niños, que nunca se les olvide ese primer amor. Si tú también has tenido algo similar con alguien me encantaría lo pudieras compartir, estas historias son las más bellas y merecen ser contadas.